miércoles, 15 de febrero de 2012

Siento que muero...



Tengo un rincón en mi mente reservado para mí,
tengo unas cuchillas y mucho tiempo que no necesito...
Hay un ambiente recargado en la habitación,
no puedo respirar si no hay humo,
y solo cuando las drogas terminan siento que muero poco a poco...

Me he levantado un par de veces para despejarme,
pero es una habitación muy pequeña, solo una bombilla mal colgada del techo,
un cuadro torcido, un paisaje con una vaca pastando y la parca a la sombra de un árbol.
Hay restos de polvo blanco, cortado con una tarjeta de crédito encima de un CD de Kurt Cobain, esto iba de suicidas...

Un par de vasos de Ron vacíos,
unas colillas a medio apagar en el suelo, y un colchón tirado en una esquina,
no había ventanas, pero, tenía un agujero en mitad de unas de las paredes, el cuál tapaba con el cuadro ese, solo cuando quería que las drogas me llevaran a un mundo en el que nunca antes había estado lo quitaba para asomarme por él...
Una vez conseguí una cuerda, de esas trenzadas que raspan,
hice una soga con ella y, cuando me dispuse a usarla, no tenía ningún sitio en esa habitación para colgarla, imaginaros mi desilusión...

Una tarde, ya caía el sol y la luna alumbraba la espalda,
como un plato roto en el cielo, parecía que le habían dado un gran mordisco,
justo cuando cierto parte de la tierra está completamente naranja, y después de haber mezclado dos tipos de tranquilizantes, con un chute de crack, y haber probado un tripy con un vaso de absenta, lo vi todo completamente claro,
tendría que vivir hasta la muerte para suicidarme en vida...

Desde entonces, solo espero al ultimo día, es mi gran castigo...

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