Canción de:
Aldo Rodríguez (a Danay Suárez)- Danay
Dentro y fuera, estoy aun, tu olor es todo
si te mueres me muero,
de separarnos no hay modo...
esto va para todo lo vivido juntos
Tu inicial en mi antebrazo, tu nombre en mi libreta
tu mirada en cada paso, en cada trazo de mi letra
tu poema en la pared, los aretes, mi gaveta
tus collares en el closet, tu risa en todas mis metas
tu cara en la moneda por la dos caras hablando
y tu figura en la TV, se ve hasta de canal cambiando
tu caricias en mi camisa, tu imagen en los espejos
tu olor en cada brisa, mis errores, tus consejos
tu voz en la mañana, en el búcaro de mi alma
la bicicleta, el trabajo, tus impulsos y mi calma
la rendija de tu cuarto, la lavadora rota
tus clases de canto, tus besos… en fin tu boca.
El parque del ahorcado, mi estomago, el helado
el aguacero, los celos, la boda y tu peinado
las madrugadas sin dinero… en la parada de ese ruboyero,
y los “te quiero” tan sinceros.
El cine, la luna, mis doce gran fantasmas
las noches de amor, satisfacción, placer y alma.
Mi infierno en el hospital, mi fiebre, tu desvelo
tus mocos, mi pañuelo, mi dolor, tu consuelo
mi sudor cayendo en ti, las llamadas de una hora
y mi arrepentimiento… por haberte dejado sola.
La pelota, los sueños, los nocturnos tatuajes
la azotea, las nubes, aquel blume de encaje
ese sexo salvaje, la cocina amarilla
el flan de Margot, la comprensión de Lebian
la primera noche juntos en la escuela en que pincha Bian
aquel estudio bendito, aquel pajarito, Doris
la canción para Aldito, en la azotea… aquel fori
la escoba en tu mano, el malecón es tu carita
y los viajes a la mar a casa de tía Tatica.
La historia de tu primo, los “restriégame la espalda”
los “me voy… no puedo mas” y los “me quedo… me haces falta”
y yo aquí, el resbalón, el bosque, mi mañana
y el pañuelito rojo… cubriendo la lámpara”...
ese casette de viejo que tato me ponías, mamá África,
me gustas mucho… lo sabias.
Los sentimientos inmensos de dos seres tan comunes
y la farola que esta en línea, a la salida del túnel
mi espalda en el piso, tu brazo retorcido
el perrito abandonado que nos hizo más amigos
tu cartica insinuando lo que yo quería saber
mi corazón palpitando y diciendo “amo a esta mujer”
mis problemas hoy resueltos gracias a tu valentía
los pusitos de suero que tu hacías y yo vendía
maternidad de línea, secretaria de una sala
teniendo una voz mas penetrante que una bala
tus guerras por el tiempo, tu tiempo para mi paz
nuestros nombres en un muro divididos con un más
tú siempre serás, lo que te has ganado ser
la mujer de mi vida y de la otra… si vuelvo a nacer.
La flores bicolor que robaba sin permiso
para verte sonreír y disfrutar de tal hechizo
el humo tan molesto, el cesto con la ropa sucia
mis regueros,
la esquina de Teja, Santa Fe, Buena Vista,
Nuevo Vedado, ahí siempre estaré
es que hoy sin ti, para mi nada es valido
solo soy un caminante con sueños inválidos.
Es cierto que falle y no halle el valor
para perdonar una actitud provocada por mi error
hoy comprendo que todo fue por amor
maldigo cada vez que te colgué y no alivié tu dolor
y es que tú, no pudiste ser mejor
me volví un hombre frío cuando anhelabas calor
cuando te perdí, debí, lanzarme al alcohol
como por control remoto, sin un remoto control.
Sabias tu que eres única, que eres mi música
y que me erizo cuando suspiras
mezclemos mi rap con tu opera
y hagamos la sinfonía del amor en tiempos de cólera.
Sabias tu que eras única, que eres mi música
y que me erizo cuando suspiras...
tengo un presentimiento, ¿te lo cuento?
creo que me voy a morir amándote
y te amare después de muerto
pido un aplauso para este amor
que a pesar de todo
sigue aferrado a tu olor
y a todas las cosas, todos los momentos
que hemos vivido juntos
créeme nunca los podré olvidar
para que decirte donde estoy...
Real 70
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