Aguanté con fuerza tu mirada,
y seguí firme los pasos que dabas,
cuidé que las agujas no se te clavaran,
yo, que me perdía en los huecos de tu espalda,
en los lunares, en los labios y en tus palabras,
yo, que nunca aprendo la lección, y siempre vuelvo a confiar en alguien,
me falta valor para dejarlo todo y que no puedo escribir lo que siento...
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