viernes, 20 de diciembre de 2013

Alguien por quien volver a volver...



Llegó en el momento exacto, de calmar mi rabia y rescatarme, entre tanto humo,
justo cuando mis pasos ya no me llevaban a ningún lugar… sigo con el mismo rumbo, pero mejor acompañado.

Me han salvado de la locura de la indiferencia y la resignación, sus ojos, que tienen luz propia, suaves, hacen eco en mis silencios más crueles y me hacen creer que tengo suerte, que hay un lugar donde quedarme, encontrarme…

Llegó en el momento exacto, cuando las palabras me dejaron de curar, y todo era polvo y ceniza,
sus gestos, la forma que tiene de colocarse el pelo detrás de la oreja, con su caminar,
llegó cuando las palabras no curaban para acostumbrarme a las heridas de su silencio…

1 comentario:

  1. El título es ya un poema en sí mismo. Bienvenida siempre la luz que ilumine tus preciosos ojos.
    Un abrazo mi poeta.

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