sábado, 2 de marzo de 2013

Pido me perdonen...


Todo me sabe a ceniza,
no se muy bien dónde me dirijo, ni si encontraré el camino correcto,
hay cosas que ya no siento,
lo único que conservo es un poco de la esperanza que me quedaba,
apenas un puñado de lágrimas y un par de hojas en blanco...

He visto mi final tantas veces y como se derrumbaba mi palacio,
todo hecho cenizas, un millón de promesas rotas,
este pequeño corazón sigue palpitando...

Hay cosas simples que nunca entenderé,
me he convertido en humo, ya no escribo,
ojalá que todo acabe, amigo mío,
pero el final me da miedo, no se si estoy listo,
me mantengo firme y sonrío,
tengo que encontrarme para irme en Paz,
no necesito el perdón de ningún Dios, ya no...

1 comentario:

  1. El único perdón capaz de perdonarnos el perdón de uno mismo, ése es el que nos devuelve al camino. Nunca pierdas ese puñado de lágrimas ni ese par de hojas en blanco, porque las lágrimas han de convertirse en risas y el blanco del papel en poemas tan hermosos como éste.
    Besos mil.

    ResponderEliminar