jueves, 20 de mayo de 2010

No te dejo de querer...


En el ambiente corría una sensación de verano, una brisa que me recorría toda la espalda, un punto de vista distinto, y tu olor, que recorría toda la habitación y se metía en mi nariz, y me alegraba la cara con una sonrisa, me alejaba las preocupaciones y me hacía sentir bien.

Tus pies que sobre salían de la cama, y tu cuerpo que estaba arropado por una suave sábana y no dejaba nada a la imaginación, tu cara son esa sonrisa de felicidad placentera de cuando uno duerme agusto.

Tú en mi cama, te aferrabas a la almohada como para evitar que nadie te despertara, yo mirándote, oliéndote, deseándote como nunca, sonreía lelamente, y tu respiración entrecortada me hacías reír aún con más ganas.

Se me pasaba continuamente la idea de que podías dejarme en cualquier momento, me sentía inferior a todo lo demás, el tiempo, otras personas, yo mismo, mis errores...pero aún así, nunca dejé de sonreír, y de alegrarme por ver como cada día dormías a mí lado.

Tengo suerte de poder besarte, de poder tocar tu piel, de poder olerte, de pasar momentos que no deberían ser contados, de perderme contigo por Madrid, de escuchar canciones que solo me recuerdan a ti...
Seguiré escribiendo tumbado encima de mi escritorio,sin hacer ruidos para no despertarte, deseando que todo vaya tan bien como parece, deseando que cuando despiertes me beses sin más, esperando que todo dure mucho más.

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