miércoles, 14 de noviembre de 2012

Nada.


Cerré los ojos,
los cerré con fuerza, pensando así que desaparecerías de enfrente mía,
pensando así, iluso de mí, que sería todo mucho más fácil,
y más feliz.

Cerré los ojos,
los cerré con fuerza, sabiendo que seguirías ahí,
sabiendo que los sueños, sueños son,
y sueños serán de por vida, si es una vida sencilla.

Cerré los ojos,
los cerré con fuerza, lleno de esperanza,
de ganas de abrazarte, sabiendo que era la última vez que te veía,
y que fuera como la primera vez.

Cerré los ojos,
los cerré con fuerza, esperando algo, con la seguridad de que nunca sería siempre,
con esa voz en la cabeza que no permite una tregua,
y en ese momento me sentí en paz...

Cerré los ojos,
los cerré con fuerza,
y grité con fuerza,
y la nada me respondió con la misma moneda.

Cerré los ojos,
los cerré con fuerza,
sabiendo que jamás los volvería a abrir,
y entonces, todo se apagó, como si nada...

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