miércoles, 28 de noviembre de 2012

Olvidé que te quería...



Olvidé darte las gracias, y seguí mirando por la ventana, ibas diciendo todo lo que tenías que decir, pero en ese momento me centré en en recorrido de las gotas en la ventana, y me quedé pensando en como nos conocimos, y en como tu sonrisa de repente se volvió en lo más importante que me había pasado hasta ese momento aquel día. Pensaba en como me buscabas en aquel pasillo, entre otras personas que no sabían nada, y recordé lo tonto que fui al no preguntar tu nombre, y no me produjo ningún sentimiento, no me hizo sentir nada, ni una lágrima, ni un suspiro, nada... y tu seguías gritándome al oído cosas que ahora no venían a cuento.

Olvidé las ganas con las que esperaba alguna de tus llamadas de media noche, o cuando recorría el pasillo de madrugada para darte un beso, y como tú me dejabas tus zapatos para que no cogiera frío en los pies... y olvidé esos abrazos que me dabas después de habernos dormido, o cuando te levantabas corriendo por las mañanas...

Olvidé tus malas formas, esas palabras que escogías con cuidado para que cortaran como cuchillas, pero tampoco olvidaré la forma que tenías de disculparse, y como corrían tus lágrimas hasta mi hombro... Olvidé todo lo que te pertenecía, todo aquello que tenía que ver contigo.

Ya no volvería a recordar tu olor en mi ropa, no recordaría jamás tu nombre, ni el color de tu pelo, ni la letra de tus cartas, no volvería a recordar tus pasos hasta la cama cada vez que venías a despertarme...
Pensé que ya nunca jamás volvería a acordarme de que una vez fuiste lo más importante de mi vida, pero me equivoqué...

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