lunes, 4 de febrero de 2013

Le digo al espejo, -Hijoputa, cuida del de enfrente...

No es cuestión de tiempo, ni de las palabras que utilizo, no es la forma que tienes de mirarme, ni saber que tardas en amanecer, tampoco es la música que suena, ni justo ese momento que lo decidirá todo, no es el verano, no es invierno, ya no son tus susurros, no hay ningún tipo de respuesta, porque no hay preguntas, no son los suspiros, ni el camino de media noche mientras aprieta el frío, no se trata de los pasos que haya dado para llegar hasta aquí, no son tus piernas la que me vuelven loco, como antes, ni la curva de tu boca, ni tus ojos, llenos de rabia cuando no eran mis palabras, no he dejado de pensar en ti, y quiero dejar de hacerlo, hace tiempo que dejé aquél banco del parque, lleno de colillas, con las últimas pisadas que me dirigían al horizonte, ese que nunca conseguimos alcanzar... No es que te haya olvidado, es que he dejado de sentir, de esperar, ahora solo me limito a pasearme por la vida, como el que solo espera a la muerte, sin nada en los bolsillos, sin música en los oídos, sin sangre que me una, he enterrado ese sentimiento de familia que había, ahora me miro en el espejo y ya no soy yo, ya no...

1 comentario:

  1. Quizá no seas el de antes, nadie lo somos, es lo bueno de aprender, pero aquí está la esencia de tu poesía que mejora con el tiempo. Dicen que no se puede olvidar a quien se ha amado, sólo aprender a vivir con su ausencia, y yo añado que llega el día en el que no duele ni el amor ni la ausencia porque a lo largo del camino siempre encontramos otros amores a quien amar. Lo importante es mantener el corazón siempre abierto.
    Un besazo poeta!

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