martes, 30 de agosto de 2011

I'm a bastard...

Iba tambaleándome por medio de la carretera, ebrio, perdido por las calles de Madrid, cansado de todo lo que tenía, esperando cambiar, sin escuchar, pero no hoy, iba distorsionándome por los escaparates, me ibas disparando en la cabeza con tus palabras, me estabas robando poco a poco la vida, me asfixiabas sin dejar expresarme, me tirabas las copas al suelo, me rompías en mil pedazos, pisabas los cristales de la carretera...

Estaba tumbado en la cama de mi hotel, el mar de fondo, y tú que no quisiste venir, tú, que no querías planear una tarde conmigo, que esas eran tus aficiones y no querías compartirlas, yo que me moría de ganas de hacerte cientos de fotos, mis palabras quedaban mudas, mis argumentos se desmoronaban, y te quiero, sonaba a excusa, aún no siendo así...

Yo, que estaba tirado en la hierba del parque, que cambié mis cosas, que traté de dejar mis defectos de lado, que miré a tus ojos y creí tener futuro, ahora que me agarras de las manos y me besas con cuidado, ahora que me partes los abrazos, que al mirarte fallo...

Mientras que el sol se esconde, ese sol naranja tan filosófico,me ilumina la cara mientras estoy esperando el metro, tal vez no vuelva, eso pasa por mi cabeza, pasa pero no se para, mientras la música de mis cascos suena, una canción que solo habla de ti me dice que me quieres, y que sientes no demostrármelo y cuando me subo al tren mi móvil sigue sin sonar, ni una llamada tuya, ni un mensaje de esos que me solían alegrar los peores días, sigo mi camino, Atocha es el destino...
Las ruedas del tren suenan bajo mi asiento, intento acordarme de las últimas palabras que me dijiste antes de subir tu calle, mientras te escribo una carta, te quiero es lo único que se puede leer, "ya nos veremos" esas fueron, tus últimas palabras, ni un beso, ni un abrazo, ni un te quiero, nada cariñoso, simplemente intento escribir que merece la pena mostrar algo de cariño por alguien que trata de ser mejor persona contigo, que te quiere tanto como yo, pero solo emborrono la hoja...
Quiero dartelo todo, quiero que seas la única y ser tu único, quiero compartir contigo mucho más tiempo... pero no sirve de nada, solo emborrono la hoja.
Bajo del tren.
Me coloco los cascos, la gorra de lado, mi chupa y pantalones anchos, tu próxima carta en un bolsillo, junto a mi cartera que lleva nuestra única foto abrazados,
pasos sin rumbo, me meto por el primer callejón atajando hacia Sol, los chicos de detrás se ponen a mi altura y empieza la tragedia... al final un río de sangre, que esperabas, estoy en el suelo, y ahora solo queda mi recuerdo...

Ahora solo fuiste el momento culminante en la vida de alguien,
lo más importante para otra persona que no habría dudado por ti,
alguien que sabía que lo que quería eras tú, y nada ni nadie le haría cambiar de opinión...

No hay comentarios:

Publicar un comentario