miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mientras estemos juntos...

http://www.youtube.com/watch?v=NAqMFjziMZ8

En mi habitación donde ya no había sitio para las risas y se mantenía de pie un niño sujetando un libro en medio de la lluvia de balas...
Allí donde todo quedaba sordo y ciego a las miradas de las personas que entraban pero no querían ver, donde todos los corazones que se partieron se hicieron añicos, es ahí donde una madre llora con una lágrima seca la muerte del futuro de su hijo...


En mi habitación que separa todos los gritos que desgarran tú garganta con la otra realidad a la que todos queremos ir, ahí donde la tinta de los libros se borra con el caso del tiempo, mi habitación donde en medio de nada no se encuentra más que eso...

El polvo del desierto cubre mis pies y borra mis tatuajes, donde todo lo que digo se lo queda el eco, es en mi habitación donde me refugio del mundanal ruido, donde muero...
El sonido de la guerra ya aburrido de él mismo se va a otra parte y me deja comer a solas, el llanto quebrado de un niño perdido se ahoga.

Las bombas dentro de los autobuses, en las carreteras, en las tiendas, dentro de la ropa, no explotarán nunca más, ando por la luna tal y como quiero, y levanto las manos hacia el cielo y casi puedo tocarte, ojalá estuvieras aquí conmigo, sentado en el borde de las escaleras que se asoman a este precipicio que desconozco, ojalá, por un segundo pudiera volverte a besar tal y como nos gustaba...


Que se joda el mundo ahora que ya no estás conmigo...


En mi habitación, donde ahogaba las penas, donde sudábamos juntos y la sangre corría sin importancia, donde la herida siempre quedará abierta y las luces de navidad ya no iluminan, dentro de poco se quedará totalmente a oscuras, cuando me duerma...


En mi habitación donde las botas, el casco y el fusil de un soldado se quedan sin fuerzas,
sin poder apuntar a la vida de nadie, donde las balas que agujerearon las chapas se quedan a medio camino del impacto, en mi habitación... donde ellos vuelven a casa.




Donde una sonrisa a tiempo vale más que mil "lo siento" después, donde la moneda de cambio son los "te quiero" y "un vale" que no cuesta nada decirlo, en mi habitación que las caricias y los abrazos ocupan la mayor parte del tiempo y preferimos los guiños y las miradas en silencio y se echan de menos continuamente los besos...



Y otra vez vuelta a empezar, me cuesta un montón el escribir lo que siento para que no sirva de nada, y para que después se borren con el tiempo...
En mi habitación...donde se empieza en día con un rayo de sol alumbrándome la cara, donde no importa nada más que el ver tu sonrisa cada mañana, donde se termina la historia que nunca he escrito...

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