Un rayo de luz te despierta temprano, el sol ha salido ya,
¿podemos seguir o prefieres parar?.
Todo lo que tenemos está dentro de nosotros y no hay más,
podemos vivir sujetos a algo que no vemos y puede que esté ahí,
podemos fallar y seguir,
solo estamos nosotros, el silencio y una calle ancha.
Todo se ve ahora desde aquí,
te paras, la música suena pero no se diferencia, escucha,
tu corazón se para y el cielo se vuelve morado,
la muerte se acerca y sigues prado, corre, corre desgraciado,
puede que hoy no te alcance, y te sonríe la suerte.
Hoy un payaso llevas en los bolsillos y ves todo de colores,
lo único que te quita el sueño es el café,
no tienes más preocupaciones que perder,
mientras que no te das cuenta de que se te escapa la vida.
Aunque llueva el sol se refleja en los charcos,
fue esa sonrisa la que enamoró a mis lágrimas,
fueros los besos los que me retuvieron con vida,
echar de menos tus caricias, tus miradas,
el poder para convencerme sin decir nada,
los guiños en silencio, la búsqueda de un beso que se hace de rogar...
Para mí eso es lo más importante al final...
¿que es lo más importante después de todo?
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Saca tus propias conclusiones, de verdad merece la pena luchar por algo que no es tan importante, y que no te llena, seguro que quieres seguir tu vida así...
"...Fue esa sonrisa la que enamoró mis lágrimas..." Precioso descubrimiento poético. Porque así es el amor. No importa cuántas lágrimas nos haga derramar. Espero que todas tus lágrimas se conviertan en millones de risas.
ResponderEliminarDespués de todo, lo que importa son las personas a las que amamos. Te cuento entre ellas.
Un besazo poeta.