martes, 1 de febrero de 2011



Todo un mundo de espera, a veces se pasaba rápido y otras no tanto, cuando me levanté sin ganas, solo quería llorar y me cansé nada más dejar de soñar, de hacer cosas que no daban resultado.
A veces no, y me quería comer el mundo y aunque no tuviera esperanzas seguía intentándolo.
No me arrepiento de no vivir estudiando, ni trabajando siempre, no me arrepiento de no tener miles en los bolsillos... Ahora me doy cuenta de todo, tendría que haber aprovechado más el tiempo, aún cuando creo que lo aproveché del todo porque ahora no se que hacer con todo este tiempo que me sobra y no sé que pensar ahora que estoy metido en este cajón...

2 comentarios:

  1. Sí, seguro que un día nos sobrará todo el tiempo que echamos en falta cuando estábamos fuera de ese cajón. La sola idea da escalofríos, y sin embargo esa idea puede convertirse en nuestra aliada. Un día nos sobrará, pero hoy, coge el tiempo en tus manos y ve tallando cada una de sus ramas.
    La imagen perfecta.

    ResponderEliminar
  2. Es cierto, para mí también hubo un tiempo en el que las horas parecían pasar sin sentido, sin esperanza, malgastaba el tiempo profundamente, adquirió valor cuando me di cuenta que iba acumulando recuerdos, sentimientos, espacios y seguía soñando con paisajes preciosos,caminando, observando y merece la pena Arturo sentir el tiempo espero que encuentres tu camino!

    ResponderEliminar