lunes, 28 de marzo de 2011

Después de todo no era mi vida...




Esta mañana desperté en un cuerpo que no era el mío, y me vi a través de unos ojos que no me querían, me presentaron un camino que no quería andar y tuve que dar la cara por alguien que no me caía bien, pagué con mi sangre algo que no había hecho y me costó un sudor que no debía acabar en ese suelo.
Esta mierda tengo que pintarla de otra manera, dejé de soñar hace ya unas horas y desperté en un lugar donde la sangre además de roja dolía verla.
He intenté ponerme en pié una y otra vez a pesar de unos palos que no me correspondían, y el sol de media mañana de Los Ángeles quemaba mi espalda, el riachuelo en el que me arrodillaba calmaba las rozaduras de mis rodillas y la sal en el ambiente curaba un poco mis heridas más visibles.

¿Y mi honor y mi propio respeto?, debía de pintar este mundo con otros colores y debía perfumar más la mierda que olía a mi al rededor, todavía no puedo entender como puedo llegar a pedir perdón por oír algo que no quería oír y como tenía que pedir permiso para decir cosas que jamás querría haber dicho.
No entiendo por qué tuve que hacer lo que hice y como acabé con esa vida entre mis manos, no puedo quitarme de mis ojos esos ojos sin vida que ya no respiraban más que horror y sufrimiento entre mezclado con un poco de odio de esos hijos que dejé sin padre, no puedo explicarme mejor de lo que intento hacer...

Por favor, por favor enciendan alguna luz que pueda ver, aunque solo sea para ver el final de mi camino, necesito saber que no me queda mucho más de este camino por recorrer, y si no es así quiero ver lo que me queda por quejarme, porque nunca pararé de llevar esta carga sobre mis hombros, no sé todavía como puedo tener la decisión de quien vive o quien muere entre mi pantalón y los gallumbos... siempre cargada por si aca...

No me sirve ya de nada llorar lo que puede que hiciera, no me sirve ya de nada preguntarme si tuve otra salida que esa o si pude escapar hace ya algún tiempo... ya no sirve de nada, ya rompí todo el poder que tuve en mis manos y o supe aprovechar...
Enciendo la luz de una puta vez...
¡BANG! y un eco repetido que ya no puedo escuchar...

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