lunes, 23 de noviembre de 2009

Personalidades inútiles y personales desaprobechadas...


El cuarto estaba completamente iluminado y la luz se reflejaba aún mas en los espejos.Me lave la cara un par de veces con agua muy fría,y me encendí un porro para que se mezclase el humo y mis ideas.Me miré desafiante al espejo,y acto seguido lo rompí de un puñetazo,llenandome la mano de rajas y cristales,salpicando el lavabo y la pared de gotas de sangre.

Me acerqué al patio dejando un charco de gotitas de sangre,alcé una cuerda sobre un punto de apoyo y me la puse al rededor del cuello.El rock sonaba tan fuerte que la gente que pasaba por debajo,en las aceras,miraba hacia arriba.Yo miré al cielo como esperando que algo en lo que nunca creí se apareciera o simplemente que cambiase de opinión,pero no llegó a tiempo y me dejé caer.En blanco,me desperté fumando en el suelo con la espalda a los pies del sofá,lo había hecho,por fin lo hice,maté a mi yo que hacía que fuera mas lento,dije adiós al niño bueno y melancólico que lloraba,le ahogue en sus propias lágrimas y con él se fueron todas las penas.Darle la bienvenida al chico malo que anda por el desierto llenandose de polvo sin importarle que digan los demás,que corre con su moto por la carretera solitaria y que solo derrama una lágrima y el resto las guarda.

Darle la bienvenida a mi nuevo yo,el que todavía sigue vivo...

1 comentario:

  1. Lúgubre pero con un doble fondo muy ocurrente, ahora que lo cuentas, es verdad que en algún momento de nuestra vida vamos terminando con alguno de nuestro yo, y vamos dando forma a otro... y si eso dá energía, bienvenido sea ¡Buen ánimo!

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